Una experiencia que no se explica, se siente.
Cada cuerpo guarda una sabiduría natural. En cada sesión, no impongo, no interpreto. Me presento ante tu cuerpo con respeto, lo escucho y acompaño sus propios movimientos de liberación.
La mayoría de las personas describen las sesiones como un desanudamiento muy profundo, a nivel físico, emocional y energético.
No se trata de corregir, sino de permitir. Dejar que lo que está listo para liberarse, lo haga.
Sentir es comprender. Cuando acabamos la sesión podrás entender perfectamente qué estaba ocurriendo en tu cuerpo, porque tú mismo lo habrás sentido y experimentado.